Tras la reunión, «se ha verificado que la situación continúa siendo de total normalidad en Tenerife teniendo en cuenta que este tipo de fenómenos son habituales en zonas volcánicamente activas, como es el caso de las Islas Canarias», indicó la viceconsejera de Medio Ambiente y Seguridad del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez.

La viceconsejera añadió que «la red instrumental de vigilancia permanente, concebida para el seguimiento de la actividad volcánica en tiempo real y de manera continua para el envío de datos, ha detectado valores anómalos sísmicos propios de territorios volcánicos como las Islas Canarias», pero que, sin embargo, añadió Pérez, «no han generado ningún problema para la protección civil».

Por su parte, la directora del Centro Geofísico de Canarias, María José Blanco, insistió en la situación de normalidad que ha caracterizado a este episodio, al tiempo que indicó que debemos de familiarizarnos con situaciones como estas».

Como se recordará, la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias convocó para este miércoles al Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (C.C.E.S.) con el fin de evaluar la evolución de la actividad sísmica de baja magnitud que permanece en continuo seguimiento desde entonces.

El Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (C.C.E.S) está formado, además del Gobierno de Canarias y representantes de la Administración General del Estado, por el Instituto Geográfico Nacional, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Instituto Español de Oceanografía (IEO), especialistas de cada una de las Universidades canarias y representantes de otras instituciones de reconocido prestigio en el estudio y la investigación de la vulcanología en Canarias.

Desde el Gobierno de Canarias se hace un llamamiento a la ciudadanía para entender que este tipo de fenómenos son habituales en nuestra propia realidad geológica y que no deben ser considerados como un riesgo para la integridad física, sino como un elemento diferenciador e identitario de nuestra realidad geográfica.